Bo Xilai fue destituido de sus
cargos en la
cúpula del Partido Comunista debido
a la
acusación contra su esposa por el
asesinato
de un empresario británico.
La
caída de Bo Xilai y el fin del nuevo liderazgo chino.
China
intenta explicar el desplome de uno de sus políticos más
importantes diciendo que se trató de un simple caso de mala conducta
judicial.
Bo
Xilai fue destituido de sus cargos en la cúpula del Partido
Comunista debido a su relación con el supuesto asesinato del
empresario británico Neil Heywood, por el que fue acusada su esposa,
Gu Kailai.
Varios
editoriales oficiales aseguran que la investigación a Xilai es un
ejemplo de cómo el Partido Comunista "salvaguarda el imperio de
la ley", unos comentarios que intentan descartar la idea de que
su caída tuvo que ver con desacuerdos políticos en las altas
esferas.
Sin
embargo, algunos expertos creen que se trata de una interpretación
demasiado simplista de la destitución de Bo Xilai, quien se
perfilaba como líder del partido justo antes del cambio de
dirigencia, que ocurre una vez cada 10 años (y se llevará a cabo a
finales de 2012).
"Se
trata de un caso político, no legal", asegura el profesor Steve
Tsang, director del Instituto de Política China en la Universidad de
Nottingham, en Reino Unido.
Objetivos.
La
primera versión de lo ocurrido apareció en un editorial publicado
por el Diario del Pueblo, inmediatamente después de que se anunciara
que Bo Xilai había perdido su puesto en el politburó.
Según
el diario, su destitución muestra respeto por los hechos y por el
sistema legal. "Ante la ley, no hay ningún ciudadano
privilegiado", decía.
Otro
periódico, The Global Times, dijo que este caso marcó una nueva
etapa de apertura en China.
"En
China ha terminado la era de ocultar la enfermedad por temor al
tratamiento", decía un editorial del periódico, que es
controlado por el partido.
Pero
la idea de que la causa judicial de Bo Xilai podría tener lugar sin
la aprobación política, sería malinterpretar el papel del sistema
judicial de China, que es -en primer lugar- una herramienta utilizada
para conseguir los objetivos del partido. Un hecho que altos
funcionarios admiten abiertamente.
El
informe sobre el sistema legal chino entregado en la sesión anual
parlamentaria de este año en Pekín es un ejemplo de esta
afirmación.
En
el reporte se afirmaba que la tarea más importante para los
trabajadores legales era la de "aplicar las políticas del
Estado y del partido y llevar a cabo el trabajo legislativo de
acuerdo a las disposiciones políticas importantes".
En
ningún momento se habló acerca de procesar un caso de acuerdo a los
hechos.
¿Delito?
"Quien
esté en el poder debe asegurarse de que el aparato judicial esté
bajo el control de la facción dominante", dice Willy Lam de la
Universidad China de Hong Kong.
"De
ese modo será fácil usar la ley para atacar a los oponentes",
explica, algo que ya se ha hecho antes.
El
ex alcalde de Pekín, Chen Xitong, y el exsecretario del partido en
Shangai, Chen Liangyu, fueron enviados a prisión por corrupción,
pero en ambos casos se cree que las luchas políticas internas
contribuyeron.
El
mensaje de China acerca de que el caso solo tiene razones jurídicas
ignora un punto vital: Bo Xilai aún no ha sido acusado de haber
cometido ningún delito.
Hasta
el momento las autoridades sólo han dicho que estuvo implicado en
"graves violaciones de disciplina" relacionadas con la
sospecha de asesinato de Heywood.
En
estas circunstancias, es difícil entender cómo es que la caída en
desgracia de Bo Xilai se debe a un asunto legal.
El
partido también se ha esforzado para destacar que el caso no está
relacionado con algún desacuerdo en la cúpula del Partido
Comunista.
"No
tiene nada que ver con una lucha política", se dijo en la
agencia de noticias estatal, Xinhua.
Pero
esta interpretación es rechazada por los analistas.
Falta
de consenso.
Si
el partido está unificado, ¿por qué molestarse en seguir
destacando este punto?, dicen.
El
profesor Xiang Songzuo de la Universidad del Pueblo en Pekín cree
que a los líderes chinos no les gusta criticar a los demás en
público porque quieren dar la impresión de unidad.
Sin
embargo, "entre ellos hay luchas, disputas y perspectivas muy
distintas. No hay consenso".
El
mundo tiene una percepción de esos conflictos, mientras el partido
se prepara para su congreso número 18 a finales de este año, un
evento en el que se elegirá a la próxima generación de líderes.
Muchos
esperaban que Bo Xilai, el político carismático y popular, fuese
promovido en este encuentro. Pero todo indica que ha sido una víctima
de las facciones en lucha.
Qué
hizo, cómo está vinculado a la muerte de Neil Heywood y por qué
fue despedido, siguen siendo preguntas sin respuesta.
Y
con el monopolio del partido en lo que se refiere a la verdad, tal y
como dijo el profesor Tsang, la historia completa aún puede tardar
tiempo en ser revelada. Si es que alguna vez se revela.
Para
Willy Lam, lo que este caso sí revela de la política china es que
"lo que ocurre es una reminiscencia de las puñaladas por la
espalda que ocurrían durante el mando de Mao Zedong".
Tomado
de BBC mundo, escrito por Michael Bristow, BBC, Pekín
No hay comentarios:
Publicar un comentario