El litio es clave para la fabricación
de dispositivos electrónicos.
Litio, el "oro blanco" del Cono Sur.
Verónica Smink, BBC Mundo.
Varios expertos
pronostican que en unos 40 o 50 años el mundo agotará sus reservas de petróleo.
Para entonces habrá que encontrar fuentes alternativas para el transporte.
Los científicos ya
creen haber encontrado la solución: vehículos híbridos o eléctricos que
funcionan a base de una batería de litio.
Las proyecciones más
conservadoras estiman que para 2020 habrá en el mundo unos 20 millones de estos
autos, aunque otros elevan esa cifra a 200 millones. Esto se suma a las
baterías de litio que ya se usan en teléfonos celulares, computadoras y otros
dispositivos electrónicos.
En lo que coinciden
todos es en que el litio es el gran protagonista de una revolución energética.
En este contexto,
muchos miran con atención hacia el Cono Sur, donde se encuentra la mayor reserva
de este metal alcalino del mundo.
Bolivia, Chile y
Argentina concentran más de la mitad de las 40 millones de toneladas de litio
que, se estima, subyacen en el planeta, algo que llevó a la revista
estadounidense Forbes a denominar a la región como la "Arabia Saudita del
litio".
A pesar de que Bolivia
tiene el yacimiento más grande, en el salar de Uyuni, el país que más ha
explotado el litio es Chile, que tiene la segunda reserva del mundo en el salar
de Atacama y es actualmente, junto con Australia, el principal productor
internacional.
El potencial económico
que tiene el litio ha estado en el centro de una controversia que se generó en
el país transandino esta semana, luego de que el Gobierno declarara inválido un
proceso de licitación que le dio a una empresa privada el derecho de explotar
litio en los próximos 20 años.
Muchos se oponen a la
decisión del Presidente Sebastián Piñera de adjudicar contratos de explotación
a empresas privadas, porque consideran que un bien tan estratégico debería
permanecer en manos del Estado.
Sin embargo, tanto
Chile como sus vecinas Argentina y Bolivia han promovido la llegada de
empresas, sobre todo extranjeras, para desarrollar este prometedor recurso.
Negocio incipiente
Más allá de las
enormes perspectivas futuras, en la actualidad la explotación de litio en el
Cono Sur es un negocio que aún está "en pañales".
Bolivia todavía no extrae
litio a gran escala y el Gobierno de Evo Morales ha buscado crear alianzas con empresas
de Francia y Japón y con el Gobierno de Corea del Sur para obtener la
tecnología necesaria para la extracción, sin ceder la soberanía del país sobre
este bien tan preciado.
Según el experto
boliviano en litio Oscar Ballivián Chávez, el gran problema que tiene Bolivia
es que el litio de su salar está muy mezclado con magnesio y se necesitan
insumos caros para poder separarlos.
Así, a pesar de contar
con reservas estimadas en nueve millones de toneladas –las más grandes del
mundo-, el país tiene grandes desafíos a la hora de extraer el metal.
Argentina, en cambio,
se beneficia de tener un litio más puro en sus yacimientos del noroeste del
país, ya que la presencia de magnesio es menor.
En la actualidad, este
país tiene un solo yacimiento en funcionamiento: el salar del Hombre Muerto en
la provincia de Catamarca, que es explotado por una empresa estadounidense.
Pero en los próximos
años se prevé una verdadera explosión, con la apertura de nuevos proyectos en
las vecinas provincias de Salta y Jujuy.
En septiembre, la
automotriz japonesa Toyota anunció la compra del 25% de un yacimiento de litio
en el salar de Olaroz, en Jujuy, que será explotado junto con la minera
australiana Orocobre y el Gobierno de esa Provincia.
Hoy Argentina (que
tiene reservas estimadas en unas seis millones de toneladas) produce y exporta
15.000 toneladas de carbonato de litio, una cifra que el Gobierno de Cristina
Fernández espera multiplicar en los próximos años.
En Chile, la
producción actual de litio (unas 59.000 toneladas) es extraída por las dos
empresas que hasta ahora tenían la exclusividad del mercado: Sociedad Química y
Minera de Chile (SQM), de capitales nacionales, y Sociedad Chilena del Litio,
en manos de la estadounidense Rockwood.
Si prosperan los
planes del Gobierno de otorgar contratos especiales para ampliar la explotación
privada, en los próximos 20 años se prevé extraer 100.000 toneladas más, de las
cerca de siete millones de toneladas que tendría como reservas.
Potencial económico.
Los planes de expandir
de forma exponencial la extracción de litio apuestan a un futuro en el que la
demanda por este metal blando se multiplicará, a medida que el petróleo vaya
desapareciendo y su precio se torne inaccesible.
En este sentido,
muchos destacan el fuerte crecimiento que ya ha tenido el valor del litio, que
desde 1998 aumentó en un 238%, según cálculos publicados en medios chilenos.
Sin embargo, no todos
creen que este elemento, apodado "oro blanco", traerá grandes
riquezas al Cono Sur.
Jaime Alée, director
del proyecto Centro Innovación del Litio, de la Universidad de Chile, le dijo a
BBC Mundo que otros metales como el oro y el cobre seguirán valiendo mucho más
que el litio, porque son mucho más escasos.
"El mercado del
litio es muy pequeño, hoy en día se usan apenas 160.000 toneladas de carbonato
de litio, el total de lo que se produce en el mundo. Y se trata de un negocio
que genera unos US$500-600 millones, comparado a los US$50.000-60.000 millones
que genera el cobre", comparó.
A pesar de la demanda
creciente, expertos como Alée aseguran que las reservas de litio son
suficientes para durar 1000 años, algo que garantizará que su precio se
mantenga bajo.
El principal motivo es
que el litio se usa en cantidades muy pequeñas. En baterías de computadoras y
celulares se emplean cantidades mínimas, pero incluso en baterías para autos
esta sustancia representa solamente el 5% del producto total.
Por eso, los científicos
creen que la verdadera fortuna asociada al litio no está en la extracción, sino
en el valor agregado.
Ernesto Calvo, Director
del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía de
Argentina (Inquimae), le dijo a BBC Mundo que este país se propone construir
sus propias baterías de litio para autos.
"Si Argentina
pudo construir un reactor nuclear y un satélite, podemos hacer esta
batería", afirmó.
Por ahora esta nación
es la única de Sudamérica que tiene en marcha dos proyectos para crear baterías
de litio para aparatos eléctricos. Sin embargo, las empresas del sector no
fabrican las partes en el país, sino que las importan y ensamblan los insumos
extranjeros.
Actualmente, la
industria de las baterías de litio está en manos de países asiáticos, en
especial Japón, y de Estados Unidos, que ha invertido cifras millonarias para
desarrollar ese mercado.
Nota de la Redacción:
El litio sin explotar,
es decir enterrado, no tiene valor alguno para Chile ni para los chilenos, es
imprescindible su rápida explotación e industrialización del tema, pues
exportarlo sin valor agregado sería un error garrafal, que se paga, a corto plazo con falta de desarrollo y miseria.
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