La reforma a la educación.

La reforma a la educación.

El proyecto aprobado en el Congreso abre la puerta a implementar cambios indispensables y largamente postergados en el sistema educativo.

LA CAMARA de Diputados aprobó el proyecto de Ley de Calidad y Equidad de la Educación, pieza clave de la reforma educacional, por una mayoría de 83 a 23 votos, esto es, con un importante apoyo de la oposición. Con esto, la legislación está en condiciones de ser promulgada, una vez que haya pasado la revisión del Tribunal Constitucional. El proyecto aborda muchos de los cambios que hay que introducir en materia educativa para lograr las mejoras en calidad que el país reclama. Sin sin duda, el más relevante es que, en los hechos, la nueva ley pone fin a la inamovilidad de los profesores del sector público consagrada en el Estatuto Docente, identificada hace años como una de las principales trabas para realizar avances significativos en este ámbito.

En lugar de desgastarse en una conflictiva estrategia de impulsar modificaciones al Estatuto Docente, el gobierno encontró una fórmula inteligente de soslayar la inamovilidad de los profesores, enfocada en la urgente necesidad de profesionalizar y hacer más eficiente la gestión de los establecimientos municipales y subvencionados. Se trata de cambios que incorporan incentivos al desempeño, fortalecen el rol de los directores de colegios, mejoran los procesos de selección e incorporan nuevas y más estrictas formas de evaluación. Así, por ejemplo, los directores ya no necesitan ser docentes y podrán ser elegidos por concurso público para períodos de cinco años, lo que supone introducir una saludable competencia por un cargo clave, al tiempo que serán evaluados por los sostenedores en función de metas previamente acordadas, existiendo la posibilidad de removerlos en caso de incumplimiento. El director, además, podrá nombrar a sus colaboradores directos y decidir la remoción de hasta un 5% de los docentes peor evaluados. Los sostenedores también podrán disponer sus propias evaluaciones docentes, adicionales a las que estipula el Estatuto, lo que se complementa con el aumento a los bonos por excelencia pedagógica que buscan estimular a los profesores más esforzados. También es acertada la creación de un plan especial de retiro para profesores, el cual busca fomentar la jubilación anticipada y así facilitar la renovación del cuerpo docente (además de bonos adicionales a docentes ya jubilados).

El proyecto supone un cambio sustantivo en la óptica de las políticas en educación de los últimos 20 años y abre la puerta a un escenario en que sea posible hacer algunos de los cambios importantes que el sistema necesita y evaluar sus frutos. El gobierno puede felicitarse de haber conseguido en corto tiempo -menos de dos meses- el apoyo requerido para una reforma de esta envergadura en el Congreso, donde no tiene mayoría. Por su parte, la oposición logró que se incorporaran muchas de sus sugerencias, aunque ello generó fricciones internas. Destacan la creación de un fondo de apoyo a la calidad de la educación municipal por $ 45 mil millones, recursos a los cualñes se accederá vía concurso. También obtuvo que se doblaran a $ 60 mil millones los recursos del plan de jubilación de 13 mil docentes que ya tienen o alcanzarán hasta 2012 la edad de retiro, y que se aprobara un fondo inicial de $ 5 mil millones para mejoras de infraestructura, entre otras cosas. Asimismo, el gobierno hizo bien al escuchar el reclamo opositor y retirar la propuesta de reducir el número de horas de Historia en el currículum escolar.

Hay otros ámbitos en que la educación pública requiere reformas -por ejemplo, los contenidos programáticos-, pero el proyecto aprobado esta semana es un importante paso adelante.

(Editorial tomado del Diario La Tercera y publicado el 21 de enero de 2011)