Lo
del cogobierno,
por Alfredo
Jocelyn-Holt.
La derogación del DFL2, del primer Gobierno
de Bachelet, que prohibía el cogobierno universitario, ha sido celebrada por
dirigentes del movimiento estudiantil (o lo que queda de ese movimiento).
No figuraba en el “Programa” de la Nueva Mayoría, lo cual no significa que no
haya estado en la agenda de alguien en el Mineduc; vaya a saber uno quién manda
en ese mini(mi)sterio.
Lo del cogobierno es táctico. Como está visto
que a la reforma educacional no le va a ser fácil, dejan colarse a las
directivas estudiantiles en el manejo de las universidades. Este es un
“insumo más para la lucha” (cito sus declaraciones). La idea es hacer de ellas
instituciones movilizadas/paralizadas, tomadas, desestabilizadas, fáciles
de convertir en trincheras. Falla la reforma, persiste el cogobierno, algo es
algo.
Lo del cogobierno es ideológico. Dicen que quieren
más participación, pero eso no garantiza que no sea más que puramente
politización. Experiencias pasadas (la nuestra, años 60 y 70) y comparadas (el
caso argentino desde 1918) lo demuestran. La demanda por cogobierno cunde
cuando no se confía en la sola radicalización de autoridades y académicos:
gente vieja que se ha ido quedando y a la que se puede apretar.
Lo del cogobierno es historia
trillada, consagra el cogobierno que ya existe. En la UCh en instancias
triestamentales como su Senado que sesionara en la Casa Central estando tomada;
supongo que sus miembros en tales circunstancias, unos “rehenes”. Hace rato
que se nos cogobierna. Los que instan al cogobierno entienden cómo
funcionan las universidades públicas: quienes manejan votos manejan máquinas,
fondos cada vez más cuantiosos, luego, la institución, o lo que va quedando de
ella.
Lo del cogobierno, vieja demanda de
la izquierda, es contradictorio. Aboga por una mayor representación
pero -vean ustedes- Bachelet proclama en África que la democracia
representativa no es suficiente, está superada. Quizá ni se contradicen. La
izquierda que desemboca en Nueva Mayoría siempre ha tenido una veta cínica:
no es la primera vez que abrazan la tesis de todas las formas de lucha.
Lo que viene son cuotas (también lo
dijo en África), privilegios a ciertos sectores (para los más vulnerables
exención del requisito PSU), Estatización (vía gratuidad condicionada a que se
cumplan cuotas y privilegios), y aumento de matrículas (más masificación de la
que ya hay). No lo único que ocurrirá. A mayor número de alumnos en
universidades públicas, menos demanda para entrar a las privadas hasta
estrangularlas. De sobrevivir, lo harán como reductos elitistas:
universidades para hijitos de su papá (al tacho el pluralismo).
Lo del cogobierno, por último,
vaticina corporativismo y populismo, sabemos lo que es eso. Las
mejores universidades del mundo no conocen el cogobierno. Cambridge admite
una mínima participación estudiantil en comités, nada que importe. Lovaina
tiene cogobierno, pero esa gente es jesuítica. En el fondo, el cogobierno es de
lamentar: una invención y desastre argentino reconocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario