lunes, 11 de agosto de 2014

¿REVOLUCIÓN O ROBOLUCIÓN?, aunque suenan parecidos...





ASÍ ROBAN LOS ZURDOS EN VENEZUELA.

Sobreprecios en plantas eléctricas superan los $ 32 mil millones.

 

 

Por Daniela García / Maracaibo / dgarcia@laverdad.com


Se cuentan 46 proyectos que se pudieron ejecutar por $ 16 mil 719 millones, pero por los que realmente se pagaron $ 48 mil 575 millones. Solo en el estado Zulia son siete las obras que se contrataron por precios más altos que los manejados en el mercado internacional.


Con el argumento de fortalecer el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el Gobierno asigna ingentes cantidades de recursos para la construcción de plantas, sin controles o previsiones.

Desde hace 10 años el Gobierno compra equipos y hace contrataciones de obras con sobreprecios que superan los 32 mil millones de dólares, denuncia José Aguilar, consultor internacional de energía.

Detalla que existen 46 proyectos en los que se puede demostrar que el Estado pagó más dinero de lo debido.

El experto en riesgos eléctricos indica que las 46 instalaciones, para las cuales se destinaron 48 mil 575 millones de dólares, solo ameritaban 16 mil 719 millones, 192 por ciento menos de lo pagado.

Caso emblemático es la hidroeléctrica Manuel Piar. Venezuela lleva $ 10 mil 461 millones gastados en su construcción. Una planta con las mismas características en el mercado internacional tiene un costo de tres mil 178 millones.

Pese al dinero invertido, la central conocida como Tocoma aún no genera el primero de los dos mil 160 megavatios ofrecidos por el Gobierno y suma ya 79 meses de retrasos.

Cada megavatio en la hidroeléctrica tiene un costo para la nación de cuatro millones 843 mil dólares, aunque en el mercado internacional la instalación del mismo megavatio sale en un millón 471 mil dólares.

En Zulia

Solo en el estado Zulia se cuentan siete proyectos eléctricos con sobreprecios.

Caso destacado es la planta Bachaquero, ejecutada por PDVSA. Cada megavatio en la termoeléctrica, que tiene tres años de retraso, costará casi tres millones de dólares al país, aunque mundialmente tienen un precio de 800 mil.

Otra irregularidad en la región, también de PDVSA, está en la compra de la barcaza de San Lorenzo, que se adquirió usada por $ 187 millones, aunque en el mercado internacional tales equipos se consiguen en $ 65 millones.

Un sobrecosto en Zulia responsabilidad de Corpoelec se halla en Termozulia III, para el cual se aprobaron mil 172 millones de dólares, aunque la misma se podía construir por 494 millones.

Situación generalizada

Miguel Lara, exdirector de la Oficina de Operaciones de Sistemas Interconectados (Opsis), asegura que en los últimos 10 años se iniciaron obras eléctricas que en su mayoría no están culminadas o no funcionan.

Denuncia que los proyectos emprendidas primero por el gobierno de Hugo Chávez y luego por el de Nicolás Maduro les cuestan a los venezolanos 2,5 veces más de lo debido.

Los sobreprecios aplican para estudios, asesoría, partes, repuestos y proyectos de generación, transmisión y distribución. "Es un patrón generalizado en toda la cadena del servicio”.

El ingeniero no duda que los problemas eléctricos hayan sido inducidos y se hayan convertido en un negocio para quienes conducen el sector.

“Se utilizó la figura de la emergencia para adjudicar proyectos de manera directa, lo que permitió transferir sin control ingentes recursos manejados discrecionalmente”.

Lara afirma que los recursos gastados hasta la fecha habrían servido no solo para resolver los problemas del sector, sino para construir dos sistemas eléctricos adicionales de proporciones similares al que existía en 1998.

Sin avances

Miguel Lara, exdirector de la Oficina de Operaciones de Sistemas Interconectados (Opsis), asegura que entre 1950 y 1958 el sistema eléctrico nacional, que daba servicio a 97 por ciento de la población, se construyó con 48 mil millones de dólares -a valor de 1998-. Desde 1999 a la fecha se destinó el doble de esa cantidad -a valor de 1998-, pero se mantiene prácticamente la misma infraestructura existente en 1998.








Tomado de http://www.laverdad.com

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