La Enciclopedia Británica dice adiós al papel.
Después de 244 años, la Enciclopedia Británica -famosa
fuente de inspiración de Jorge Luis Borges- ha decidido dejar de publicar su
célebre edición impresa.
Durante siglos, la colección de 32
pesados volúmenes representó la síntesis de todo el conocimiento humano.
¿Por qué decide ahora decirle adiós
al papel?
Porque a pesar de su imponencia, su
inconfundible olor y agradable textura, la realidad es que su contenido se
desactualiza muy rápido.
"Sabíamos que esto iba a
ocurrir", admite Jorge Cauz, presidente de la Enciclopedia Británica.
"Una enciclopedia impresa es
obsoleta en el minuto en que se imprime", le explica Cauz a la BBC,
"mientras que nuestra edición en internet se actualiza
constantemente".
"Las ventas de enciclopedias
impresas han sido insignificantes durante varios años”, agrega el presidente de
la compañía, que tiene su sede en Chicago (EE.UU.).
Los editores de la Enciclopedia
Británica –o Encyclopædia Britannica, tal es su nombre original en latín-
anunciaron que solo existirá una versión en línea, una vez que logren vender
las existencias actuales de cerca de 4.000 colecciones.
La última edición de papel, por lo
tanto, será la de 2010.
En sintonía con los tiempos que
corren, la publicación se centrará ahora en su expansión digital, en medio de
la creciente competencia de sitios web como Wikipedia.
La empresa, que solía vender sus
enciclopedias de puerta en puerta, ahora genera casi el 85% sus ingresos con
las ventas en línea, especialmente a bibliotecas e instituciones educativas.
Hace poco lanzó una versión digital
de la enciclopedia para tabletas.
Mucho más rápido
Las empresas de todo el mundo
intentan impulsar su presencia en línea, en un intento de sacar provecho de ese
mercado de rápido crecimiento.
En sólo dos años las ventas de
libros electrónicos se triplicaron, según datos de la Asociación de Editores de
EE.UU.
Varios periódicos, revistas e
incluso casas editoriales lanzan cada vez más versiones online de sus productos
ya que un número creciente de lectores elige acceder a la información a través
de aparatos de alta tecnología, como las tabletas y los teléfonos inteligentes.
La Enciclopedia Británica dijo que
si bien su decisión de centrarse en las ediciones en línea fue influenciada por
el cambio en el patrón de consumo, la capacidad de actualizar el contenido en
un corto plazo también jugó un papel muy importante.
Al mismo tiempo, los usuarios
frecuentes de la enciclopedia dicen que prefieren utilizar la versión en línea
más que la de papel.
"Tenemos que contestar miles
de preguntas cada mes a través del chat, por teléfono y por correo electrónico,
y tenemos que hacerlo tan pronto como sea humanamente posible", le explica
a la BBC Richard Reyes-Gavilán, de la Biblioteca Pública de Brooklyn, Estados
Unidos.
"En muchos casos, hacer una
búsqueda por palabra clave en internet es mucho más rápido que ponerse a contemplar
el índice de la Enciclopedia Británica y luego encontrar el volumen
adecuado".
En los últimos años la Enciclopedia
Británica -la empresa- se ha alejado de su trabajo en la enciclopedia para
volcarse más a la venta de herramientas educativas.
La pregunta ahora es cuántas
personas pagarán los 70 dólares al año que sale acceder a la enciclopedia
online, teniendo acceso gratis a Wikipedia.
Al fin de cuentas, todo dependerá,
de cuánto valoren la venerable reputación de la Encyclopædia.
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