Eyzaguirre y el crítico
diagnóstico de La Moneda.
En Palacio creen que la
intervención en el Mineduc ordenó la cartera, pero aún ven «fuera de foco» al
ministro, quien impulsa un plan para retomar el control del inestable debate.
por:
Mariajosé Soto y Claudio Salinas.
El lunes
al mediodía, Nicolás Eyzaguirre (Educación) esperó en una oficina de La Moneda
mientras Rodrigo Peñailillo (Interior) hablaba con la prensa, tras la reunión
de comité político con los timoneles oficialistas. "La democracia de los
consensos es de otra época, de la época de la transición", dijo el Jefe de
Gabinete.
Minutos
después, sin embargo, el ex titular de Hacienda salió a los patios de Palacio y
enfrentó los micrófonos con un tono distinto: "Nuestra disponibilidad a un
acuerdo es completa; lo que resta por saber es si la oposición se va a sumar o
no a ese acuerdo".
En La
Moneda reaccionaron con sorpresa. No sólo porque la idea de que Peñailillo
marcara públicamente distancia con la idea de los "consensos" había
sido acordada el fin de semana entre el Jefe de Gabinete y la Presidente
Michelle Bachelet. Sino también -y sobre todo- porque en el comité político de
ese lunes, con Eyzaguirre presente, Peñailillo había sido claro en señalar que
asumiría dicha línea. Esto, para calmar la inquietud del ala izquierda del
bloque -PPD, PC, IC y MAS- desde donde pedían que en Educación no se reeditara
el acuerdo que Hacienda había sellado con la Alianza para la reforma
tributaria.
El
episodio reforzó una conclusión que ronda en varios despachos de Palacio: si
bien la «intervención» de Peñailillo en el Mineduc, el cambio de asesores de
Eyzaguirre -con la llegada del PPD Harold Correa, amigo personal del titular de
Interior, como su Jefe de Gabinete- y el desembarco del DC Andrés Palma como Secretario
de la reforma han ordenado la gestión política de la cartera, el Secretario de
Estado aún se mantiene «fuera de foco», sobre todo en su performance
comunicacional.
De hecho,
en el oficialismo dicen que hace algunos días Peñailillo tuvo una nueva
conversación con Eyzaguirre, en que volvió a instarlo a terminar con algunas
deficiencias políticas y comunicacionales. En el Mineduc no se refirieron al
tema.
El
análisis que se hace en La Moneda es que el pacto logrado por Alberto Arenas
(Hacienda) para el ajuste tributario pone una fuerte presión a Eyzaguirre para
seguir el mismo libreto. Tanto desde la DC como desde RN pidieron en los
últimos días reeditar un consenso.
En esa
línea, se agrega que en ambos casos las reformas perdieron respaldo ciudadano y
sobre todo de la clase media. Según Adimark, la reforma educacional pasó de 58%
de apoyo en mayo a 49% en junio. La tributaria había caído, en el mismo sondeo,
de 51% a 45%.
Sin
embargo, dicen en el oficialismo, también hay condiciones muy distintas para
ambos Secretarios de Estado. Primero, varios en la Nueva Mayoría creen que
Eyzaguirre ha «perdido el control» de la comisión de Educación de la Cámara
Alta. A diferencia del escenario que enfrentó Arenas, donde la comisión de
Hacienda del Senado estaba integrada por perfiles proclives a un acuerdo con la
Alianza -como Andrés Zaldívar (DC) y Ricardo Lagos Weber (PPD)-, el debate en
Educación ha catalizado las profundas tensiones entre la izquierda y la DC.
Así, el
timonel del PPD, Jaime Quintana, y el Senador PS Fulvio Rossi han extremado
enfrentamientos con el Presidente falangista, Ignacio Walker, en el marco de la
comisión respectiva. "En esto sí que va a haber retroexcavadora",
señala Quintana. "Me gusta la palabra consenso", dijo hace algunos
días Walker. "El problema es la DC", lanzó por su parte Rossi.
Pero,
además, en La Moneda se admite que la reforma en educación es mucho más amplia
y con un debate ideológico más pronunciado que en el ajuste tributario: el fin
al lucro, el término de la selección, la desmunicipalización y las críticas a
lo que en la Alianza califican como "fin a la libertad de enseñanza y de
los padres para elegir colegios" complejizan mucho más un eventual
acuerdo.
Este
contexto, agregan en el Gobierno, se pone mucho más cuesta arriba en la medida
en que Eyzaguirre aún no encuentra el tono para defender públicamente su
agenda. En La Moneda aún recuerdan declaraciones como cuando planteó como
prioridad "bajar de los patines" a la educación particular para
igualarla a la "descalza" educación pública.
"Si
bien el Ministro no es un especialista en educación, está muy encima de los
temas, tiene buenos asesores y es un hombre calificado... lamentablemente,
algunas de sus metáforas no han sido muy felices", indica el Presidente de
la comisión de Educación de la Cámara Baja, el Diputado Mario Venegas (DC).
El
martes, en la reunión de bancada de los Diputados PPD en Valparaíso, algunos
dijeron haber recibido reclamos de dirigentas de sus distritos tras escuchar en
terreno a Eyzaguirre explicando sus proyectos. "Ni él conoce su
reforma", fue una de las frases que dijeron haber escuchado los Parlamentarios.
En La
Moneda monitorean cada una de las frases del Ministro. Ahí tampoco se vio con
buenos ojos que ayer, al lanzar los diálogos ciudadanos -al que invitó a los
dirigentes estudiantiles-, dijera que "aquellas coincidencias que tengamos
entre la opinión ciudadana y el contenido fundamental del programa de Michelle
Bachelet van a ser más que acogidas. Cuando haya opiniones contradictorias con
el programa, obviamente, con mucha transparencia diremos «esto no lo podemos
acoger»". "Se entendió un desinterés por escuchar", dicen en
Palacio.
La
contraofensiva del Ministro
El
martes, Eyzaguirre recibió a la «bancada estudiantil», integrada por Camila
Vallejo, Karol Cariola, Gabriel Boric y Giorgio Jackson. Aunque la cita fue
pedida por los Parlamentarios, la reunión se inscribió en una serie de señales
para bajar la inquietud ante el eventual regreso de la "política de los
consensos". Y hoy recibe a Revolución Democrática.
Pero la
apuesta para retomar el control de la agenda no apunta sólo a los estudiantes.
Por un lado, se ha fortalecido la gestión política en el Mineduc: Harold Correa
abrió un permanente con Parlamentarios y comenzó a anticipar conflictos -como
una negociación salarial con los profesores- y Andrés Palma trabaja en
indicaciones para la reforma. Para ello, se ha reunido varias veces con la
Ministro Ximena Rincón (Segpres).
"He
estado con Correa y ha tenido muy buena disposición a atender nuestros
requerimientos... Hasta ahora no hemos tenido contacto con Palma, pero me
parece bien que alguien se haga cargo de este asunto", dice el Diputado
Venegas.
Además,
el Ministro estrenó un nuevo diseño comunicacional: inició la entrega de
dípticos sobre la reforma, que serán distribuidos por los seremis de Educación.
También se divulgarán videos, donde el propio Ministro aparecería respondiendo
dudas de alumnos, apoderados, sostenedores y diversos representantes del mundo
educativo.
En el
oficialismo esperan que Eyzaguirre muestre un despliegue distinto en los
próximos días. Aunque no pocos señalan que, cuando la reforma llegue a sus
horas críticas en el Congreso y sea necesario amarrar un acuerdo, Peñailillo
asumirá un rol clave. El Jefe de Gabinete ya estuvo presente en la cita de
Eyzaguirre con los Parlamentarios de la DC, hace algunas semanas.
El gesto a los
independientes
El lunes,
Nicolás Eyzaguirre y Andrés Palma se reunieron con los Senadores independientes
Carlos Bianchi y Antonio Horvath. "Hemos pedido al Ministro trabajar con
nuestros equipos en la reforma educacional... El Ministro ha aceptado
incorporarlos en las comisiones de trabajo antes de que los proyectos lleguen
al Congreso o sean modificados", dijo Horvath.
En
paralelo, en la Alianza están conscientes de que Eyzaguirre no tiene espacio
hoy para abrir diálogo con la oposición, pues enfrentaría las críticas de la
izquierda.
Mientras,
dicen cercanos al Senador Andrés Allamand (RN) -quien esta semana llamó al
titular de Educación a replicar el acuerdo de Arenas-, el sector fortalecerá
sus nexos con los apoderados y sostenedores críticos a la reforma.
Analista
Max Colodro: "Es difícil que él pueda proyectarse a través de estas
reformas".
-¿Cómo describe
el momento que vive el Ministro Nicolás Eyzaguirre?
-Difícil,
las reformas que se presentaron generaron muchas más críticas de lo que se
pensó; hay un nivel de desconfianza muy grande, tanto en sectores de
apoderados, sostenedores de colegios; en la Nueva Mayoría no hay acuerdo
respecto de las prioridades, para un sector importante se debía comenzar por
fortalecer la educación pública, por la carrera docente y la
desmunicipalización, y no por la discusión sobre el aspecto financiero derivado
del tema del lucro y del copago.
-¿Un
error de diseño?
-Hay un
error de diseño en la reforma, de prioridades. Se puso el foco más bien en la
clase media, que en los sectores más vulnerables. Un tema de fondo: no hay un
consenso claro en la NM de qué hacer en educación, hay posiciones bien
discrepantes. Y ha habido más bien un problema de definiciones políticas
equivocadas.
-Algunos
piden replicar el acuerdo tributario; otros por ningún motivo. ¿Está entre la
espada y la pared?
-Con el
precedente de la reforma tributaria, tiene un margen mucho más escaso para
moverse en la búsqueda de acuerdos con sectores de oposición. Para un sector de
la NM fue un golpe muy duro y le van a restringir mucho su capacidad de
maniobra, es un problema para él.
-¿Cómo se
ha manejado el Ministro?
-Ha
tenido muchas expresiones desafortunadas que le han restado credibilidad a
cosas en las que él ha tenido definiciones correctas y que han quedado tapadas
por estos errores comunicacionales.
-El
Gobierno intentó instalar un mensaje de educación pública, tras la polémica por
la "compra" de colegios. ¿No lo logró?
-No lo ha
logrado todavía. La gente percibe que la educación pública todavía no está
colocada en el centro de las prioridades. Tengo la sensación de que el Ministro
tiene una situación política bien complicada dentro del propio Ministerio: toda
la llamada intervención política, la llegada del Jefe de Gabinete que responde
más bien al Ministro del Interior, la llegada de Andrés Palma, la pérdida de influencia
de RD, de la propia Subsecretaria. Esos movimientos dentro del Mineduc han
dejado la sensación de que el Ministro no está plenamente empoderado, ni hay
plena confianza de La Moneda en Eyzaguirre del punto de vista de su manejo
político. Hay una sensación de que hay una pérdida de confianza de La Moneda en
lo que el ministro estaba haciendo.
-Pero el
Ministro se empeña en señalar que no es efectiva la intervención...
-Es
difícil negarlo. Es muy extraño que ni el Ministro, ni la Subsecretaria estén a
cargo de la reforma, y se nombre un Secretario Ejecutivo.
-Comparando
con el escenario que enfrentó Arenas, ¿qué diferencias ve?
-Una de
las dificultades que enfrenta Eyzaguirre es que sus reformas tienen a la calle
de protagonista, por tanto, estos actores sociales le dificultan mucho el
margen de maniobra. La reforma tributaria era más técnica; ahí no están los
movimientos sociales sobre la mesa.
-¿Qué
debería hacer el Ministro?
-Evitar
enviar proyectos sin consenso.
-¿Qué
pasa con la proyección Presidencial de Eyzaguirre?
-El Ministro
está pasando por un mal momento, es de los peor evaluados en las encuestas.
Tiene que ver con su gestión en educación, que la reforma ha perdido el foco y
que hay actores relevantes que están haciendo una oposición mucho más activa,
como padres y apoderados. El Ministro tiene el desafío de sacar adelante la
reforma. Si logra que la población perciba que hay logros, puede perfilarse; si
no, puede terminar pagando costos políticos muy altos. Yo veo difícil que él
pueda proyectarse políticamente a través de estas reformas, porque el tiempo de
maduración de ellas es mucho más largo y los plazos no le dan para proyectar
una candidatura para el 2017.
Tomado
de Diario La
Segunda de hoy.
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