viernes, 10 de diciembre de 2010

Desinformación y sensacionalismo, por Vasco Moulian.

Desinformación y sensacionalismo,

por Vasco Moulian.

Pensé mucho en si escribir o no una columna con la cobertura de la tragedia de la cárcel de San Miguel. No pude ver televisión con mis hijas ayer porque no tenía cómo explicarles lo que aparecía en pantalla. Era francamente patético. Los canales se excedieron con creces ayer y su doble estándar abruma. La forma en que se trató la tragedia, la manera en que metieron la cámara en la intimidad y el dolor de esa gente era terrible. Qué distintas han sido otra cobertura a, por ejemplo, la tragedia del Colegio Cumbres. Ahí sí hubo respeto por los deudos. Aquí en cambio, un desfile de mal gusto, de invasión en su grado máximo. Luciéndose y lucrando con el dolor de gente humilde. Es indigna la forma en que esa gente estaba recluida pero es más indigno aún ver cómo se vulnera el dolor de familias que no tienen más culpa que amar a los suyos. En el incendio de la cárcel murió gente cuyo crimen fue no tener dinero para pagar una multa por ebriedad, murieron ladrones primerizos, de esos que supuestamente el Estado debe reformar. Una periodista de Chilevisión fue golpeada por las familias porque insistía en ahondar en el sensacionalismo mostrando la pena en primer plano. Los periodistas metiéndole el micrófono por la cara a quienes recién se enteraban de sus pérdidas, seguramente convencidos de que eso es información.


Ayer abundaba la desinformación y el sensacionalismo. Una cobertura francamente patética en la cual nadie se salvó. Ver a Soledad Onetto con Daniel Matamala especulando sobre la información de las condenas de los fallecidos y restando credibilidad a los comentarios de sus familiares, sólo porque no se convencían de que el hacinamiento carcelario es tal que se mezclan delincuentes mayores con primerizos o multados, me dio vergüenza. Para que sepan señores, la cárcel de San Miguel se creó como recinto de tránsito de detenidos. Algo que por cierto, nunca ocurrió. Había 1900 personas y 5 gendarmes. Entonces, ¿acaso no es ese el tema a discutir?, ¿o nos quedaremos con imágenes dolorosas y videos de presos calcinándose por la ineficiencia de un sistema? Cada día me duele más ver cómo en nuestro país los ciudadanos tienen categorías y ayer, durante toda la cobertura del hecho, me avergoncé tremendamente de la televisión que tenemos.


Tomado de Diario La Segunda.

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