lunes, 22 de agosto de 2011

Chávez y el oro venezolano...



Chávez y el oro venezolano.

Con esto, Chávez sigue estatizando aún más la economía venezolana, sin tomar nota del fracaso de los sistemas socialistas -incluida la Cuba de su mentor Fidel Castro-, que, al evaluar su pésimo desempeño, decidieron introducir reformas para liberalizar las actividades productivas, privatizar empresas estatales ineficientes y permitir la iniciativa individual. Contra la corriente, el ex militar muestra un afán expropiatorio que parece no tener límites.







Ha pasado al área estatal las industrias petrolera, cementera, de distribución de alimentos, la principal productora de envases, cadenas minoristas, millones de hectáreas de tierras agrícolas y fábricas de fertilizantes, así como bancos y financieras, empresas eléctricas, de gas, de telecomunicaciones y siderúrgicas. Con sus enormes recursos naturales, Venezuela, en vez de ir a la cabeza del desarrollo en América Latina, insiste en reeditar fallidos proyectos económicos del pasado.







Su otra medida para controlar el oro venezolano, el retiro de las reservas internacionales resguardadas en EE.UU. y Europa -29 mil millones de dólares, 11 mil de los cuales están en dicho metal (211 toneladas que serán repatriadas)- admite más de una lectura. Voces gobiernistas han asegurado que se trataría de proteger esos fondos de "la crisis del capitalismo", pues los bancos depositarios están altamente expuestos. La interpretación de los opositores es que la intención del gobierno de llevar reservas a instituciones en Rusia, China, India o Brasil no buscaría protegerlas de los vaivenes de la crisis financiera, sino que sería una manera de garantizar los créditos que ha recibido de esos países, ante la eventualidad de que Chávez pierda las elecciones del próximo año o su salud no le permita seguir gobernando.







Si se presta atención a las palabras del ministro de Economía, Sergio Ramírez, quien invocó el ejemplo de Libia, más que a la hipótesis de una bancarrota mundial, Chávez teme que ante un conflicto interno o internacional y subsecuentes sanciones contra su régimen, los fondos queden congelados en instituciones extranjeras. Y una lectura aún más suspicaz es que Chávez necesita fondos urgentes para financiar planes sociales y otros programas, enfrentado a la campaña presidencial del próximo año. Tener a mano las reservas, que en un buen porcentaje están en instrumentos de fácil liquidez, le sería de gran ayuda.







Panorama incierto para la oposición

Un año y cuatro meses antes de las elecciones presidenciales, que en principio serían en diciembre de 2012, la oposición ha tomado conciencia de que debe unirse y presentar un candidato único. El sector opositor no es homogéneo y durante años les ha sido imposible gestar un frente que deje de lado las diferencias y personalismos para desalojar al chavismo. En este cuadro, no debe menospreciarse la capacidad del ex comandante para captar el apoyo de amplios sectores populares, pero también de clase media, lo cual le ha permitido mantener una alta popularidad, sobre el 60 por ciento durante gran parte de su mandato. No obstante, hoy su apoyo estaría cerca del 40 por ciento, según Datanálisis.







De acuerdo con los planes de la oposición, en febrero se realizarían primarias para elegir al candidato único. Aparece como favorito hasta ahora el joven gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, pero deberá medirse con Pablo Pérez, también a la cabeza de un estado -Zulia-, la diputada Corina Machado y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Estos meses previos a la selección del candidato serán claves para evaluar si la oposición podrá articularse para enfrentar unida la campaña.







Ya han trabajado juntos en la Asamblea Nacional, si bien cuando volvieron a ella el año pasado no se hicieron ilusiones de revertir las políticas de Chávez, pues unos meses antes el oficialismo le había dado al Presidente facultades para gobernar mediante decretos, en virtud de una "ley habilitante". Así, Chávez ha podido dictar una veintena de leyes, mientras la Asamblea este año apenas aprobó dos, una de endeudamiento complementario y otra sobre deportes. Sin embargo, frente a los 98 legisladores chavistas, los 67 de oposición sí pudieron frenar cualquier cambio constitucional. La discusión reciente sobre las reservas internacionales demostró que, al menos, su voz logra ser escuchada.







Incógnita sobre la salud del Presidente

En el panorama electoral, sigue siendo una incógnita si la salud de Chávez le permitirá presentarse como candidato a la reelección o tendrá que ungir a un delfín. El Presidente asegura que su salud está día a día más robusta, pero la forma como lo dice multiplica las dudas. Por ejemplo, persiste en su negativa a explicar qué tipo de cáncer tiene y qué órganos están comprometidos.







Una tercera quimioterapia, aplicada también en Cuba, da indicios de que el cáncer no es tan benigno, aun cuando él se alegre de que "no hay metástasis", pero reconozca que la enfermedad todavía "no ha pasado". Esta frase aumenta los interrogantes sobre sus perspectivas de recuperarse a tiempo para la campaña.







"Es una obscenidad" -replica él- querer saber los detalles. Pero la capacidad física de un gobernante es obviamente de interés público, y es un derecho estar informado del diagnóstico y pronóstico de una grave enfermedad presidencial.



Tomado de diario El Mercurio.


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