El show de Rafael Correa con el caso Assange,
por Andrés Oppenheimer.
Mientras el Presidente
populista de Ecuador, Rafael Correa, intensifica su ofensiva internacional para
dar asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, un conocido
periodista ecuatoriano que está pidiendo asilo político en EE.UU. tiene interesantes
perspectivas sobre los motivos que hay detrás de este último show mediático del
Mandatario de su país.
Emilio Palacio, ex
columnista estrella del diario ecuatoriano El Universo y autor del libro de
próxima aparición, "El periodista de los 80 millones", dice que la
campaña de Correa a favor de Assange no tiene como propósito único reparar su
imagen como el enemigo número uno de la libertad de prensa en Ecuador, sino que
también es parte de su ofensiva propagandística para ganar espacios políticos
en el campo de la izquierda radical latinoamericana.
Según Palacio, Correa
sospecha que el Presidente venezolano Hugo Chávez y el líder histórico cubano
Fidel Castro morirán pronto, y está tratando de proyectar su propia imagen
internacionalmente para convertirse en el nuevo líder del ALBA, el bloque de
países actualmente liderado por Venezuela.
Palacio es uno de
varios periodistas ecuatorianos que han sido víctimas del ataque sistemático de
Correa a la libertad de prensa en Ecuador, según los principales grupos de
defensa de la libertad de prensa, incluyendo el Comité de Protección de
Periodistas, Human Rights Watch y la Asociación Interamericana de Prensa.
Correa, bajo cuyo gobierno
se han cerrado varios medios y quien ha impulsado medidas para limitar a los
medios independientes, presentó una demanda por US$ 80 millones y tres años de
cárcel contra Palacio y tres directores de El Universo, por una columna en la
que Palacio llamó "dictador" al Presidente.
Un juez ordenó que los
acusados pagaran US$ 40 millones, y Correa luego perdonó a los cuatro. Palacio,
sin embargo, está pidiendo asilo político en Estados Unidos, porque tiene otro
juicio pendiente de un canal de televisión oficialista de Ecuador financiado
por Venezuela, y teme por su seguridad si regresa a Ecuador.
En una entrevista,
Palacio reiteró su afirmación de que Ecuador es una "dictadura".
Agregó que Correa está tratando de aparecer en los titulares para eclipsar su
imagen de pupilo de Chávez y Castro. Nunca le gustó haber sido tratado como un
líder de segunda línea por Venezuela y Cuba, dijo.
Cuando Correa asumió
la Presidencia en 2007, Chávez se refirió a él como "este muchacho".
Y Cuba siempre consideró a Correa como un aliado errático, al punto de que
Correa visitó la isla cinco veces, pero sólo en una ocasión se le concedió una
visita oficial, dice Palacio. Presintiendo que pronto podría haber un vacío del
poder en el ALBA, Correa ha aumentado su activismo internacional en los últimos
meses, afirmó Palacio.
En abril, Correa
acaparó los titulares durante la Cumbre de las Américas de los países
latinoamericanos con el Presidente Barack Obama, en Cartagena, Colombia, al
boicotear el evento. En junio, Correa fue el único líder extranjero que se presentó
en la reunión anual de Cancilleres de la Organización de Estados Americanos
(OEA) en Cochabamba, Bolivia.
En julio, Correa le
pidió al Comité Olímpico que le permitiera desfilar al frente del equipo de su
país en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Londres, según
informó la agencia española de noticias EFE. La petición de Correa fue
rechazada por el Comité. Y ahora, Correa pretende acaparar los titulares
presentándose como defensor de los oprimidos, al garantizarle asilo a Assange,
agregó Palacio.
Mi opinión: Palacio se
excedió un poco al calificar a Correa como un "dictador". Por ahora,
Correa es un aspirante a dictador, o un Presidente narcisista populista que
está utilizando demasiadas energías para acaparar poderes absolutos, y
demasiado pocas para mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos.
Ecuador puede terminar siendo una dictadura como Cuba, pero aún no lo es.
Pero lo que dicen
Palacio y otros no justifica los ataques de Correa contra la prensa. Como bien
señaló recientemente el periodista Tim Padgett en la revista Time, Obama es
atacado a diario por críticos que aseguran -contra toda evidencia- que no nació
en EE.UU., y, sin embargo, el Presidente de EE.UU. no se dedica a clausurar Fox
News, o a demandar a columnistas críticos.
Palacio tiene razón
al ver la cruzada de Correa para presentarse como un campeón de la libertad de
expresión como una hipocresía. El solo hecho de que Correa diga que le ha
concedido asilo a Assange en Ecuador -un país con un sistema de justicia cada
vez menos independiente- porque supuestamente no gozaría de suficientes
garantías de que recibirá un trato justo en Suecia, un país cuyas instituciones
están entre las más sólidas del mundo, es algo digno de risa.
Tomado de Diario El Mercurio de Santiago.
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