El ejército de Corea
del Sur admite que puede
haber más túneles de
infiltración norcoreanos.
En busca de los túneles secretos entre las dos Coreas
Lucy
Williamson , BBC
Para convertirse en un
cazador de túneles ocultos entre Corea del Norte y del Sur hace falta una bomba
de extracción, un generador y un poco de imaginación.
Lee Chang-gun y su
equipo de exploradores tienen todo eso. Ellos dedican su tiempo libre a buscar
estos pasajes secretos en las montañas cercanas a la frontera norte de su país.
Conforman un grupo
variopinto de curas, creyentes y ex soldados. Y el día en que la BBC los
contactó, su misión era explorar un orificio detectado por un poblador local en
la ladera de la montaña.
"No me apresuro a
sacar conclusiones", dice Lee, mientras se calza sus botas de goma y su
casco.
"Pero definitivamente
es un túnel hecho por el hombre. Hay evidencia de actividad y de explosivos, y
muchas perforaciones en las paredes, así que tenemos que investigar más".
Atracción turística
Dentro del pasaje
subterráneo, el aire rápidamente se vuelve frío y húmedo. Del techo caen gotas
sobre el suelo rocoso. Pero el pasadizo es grande y uniforme, y por eso llamó
la atención de los cazadores de túneles.
Lee y su equipo creen
que agentes de Corea del Norte excavaron este túnel como parte de una vasta red
secreta que se extiende bajo el territorio surcoreano.
Mientras avanzan, van
señalando lo que creen que son evidencias de explosivos y perforaciones hechas
por el hombre en los muros.
En esta ocasión
esperan drenar el agua de un estanque al final del pasaje para averiguar hacia
dónde conduce.
Pero mientras
arrastran la bomba y el generador por el resbaladizo sendero hacia la entrada,
una patrulla militar se detiene a la vera de la carretera.
Se desata un debate
acalorado. No todo el mundo comparte las teorías de los buscadores de túneles.
Muchos integrantes del
grupo se molestan, entre ellos el pastor Kim Jin-chol.
"Dicen que éste
no es un túnel norcoreano", comenta, "pero un poblador nos avisó
porque estaba preocupado. El ejército es tan pasivo a la hora de responder a
estos hallazgos que la gente viene a avisarnos a nosotros".
Los militares niegan
esto y afirman que dedican recursos especializados para encontrar túneles de
infiltración.
En esta zona se han
encontrado cuatro –la mayoría en la década de los años 70– y el ejército admite
que puede haber muchos más.
Pero han pasado 20
años desde el último descubrimiento, y en la actualidad los auténticos túneles
de la red secreta norcoreana se ven más como atracciones turísticas que como
amenazas militares.
Convicción
Lee Chung-min,
profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Yonsei, de Corea
del Sur, sostiene que los túneles son ahora mucho menos importantes para la estrategia
militar de Corea del Norte que antes. Y por varias razones.
"Primero, porque
los norcoreanos tienen más de 900 misiles apuntando al sur, capaces de alcanzar
casi cualquier blanco en Corea del Sur".
"Segundo, porque
tienen artillería de largo alcance que puede llegar a Seúl en minutos, así que
la red de túneles es mucho más pequeña en 2012 que en 1975 o incluso
1990".
Y así como ha
disminuido la importancia de estos pasadizos, también lo ha hecho la suerte de
los cazadores de túneles.
Hubo un tiempo, hace
una década, en el que el dinero no era un problema, y personas como el pastor
Kim podían contar con el apoyo público para grandes proyectos de excavación en
sus comunidades.
Desde entonces, Kim
dice que ha gastado más de U$100.000 y que ha perdido gran parte de su
congregación.
Hoy en día, los bancos
de la iglesia están habitualmente vacíos durante su servicio dominical. Sus
sermones semanales contra la amenaza norcoreana alejó a muchos de sus
feligreses.
Muchos cazadores de
túneles han perdido incluso más, dice: sus familias y sus ahorros.
Sin embargo, lo que
aún no ha flaqueado es la convicción de que este inusual pasatiempo merece la
pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario