La seguridad de las armas nucleares de Pakistán: cada vez más dudas.
Las fuerzas militares en Pakistán retomaron el control de una base naval en la ciudad de Karachi, después de una larga batalla contra militantes del Talibán, que asaltaron la instalación durante la noche matando a por lo menos 10 soldados y destruyendo costoso armamento.
El ataque acentuó la controversia en torno a la seguridad que rodea al armamento nuclear de ese país.
El Talibán afirmó que el ataque fue en represalia por el operativo de las fuerzas especiales de Estados Unidos para matar a Osama bin Laden, el pasado 2 de mayo.
Las autoridades ya lanzaron una investigación para conocer cómo pudieron los militantes ingresar a una de las bases supuestamente más seguras del país con explosivos, lanza cohetes y otras armas de asalto.
Teniendo en cuenta esa falla de seguridad, lo que muchos se preguntan es ¿qué tan a salvo están las armas nucleares paquistaníes de caer en manos de grupos irregulares durante un ataque similar?
"Las instalaciones en Pakistán son tan vulnerables hasta el punto en que lo desee el ISI (Servicio de Inteligencia de Pakistán) quien es realmente quien las controla", comentó a BBC Mundo, Gustavo Morales, director adjunto de War Heat, una revista de estrategia y ejércitos de Tierra, Mar y Aire.
Desde su creación en 1974, el programa nuclear paquistaní está controlado por las fuerzas armadas y la inteligencia militar.
Vulnerabilidad interna
Es un ámbito exclusivo de ese estamento y en torno al programa y sus instalaciones hay un secretismo absoluto, hasta tal punto en que a los mismos gobernantes civiles del país se les niega acceso a las instalaciones.
Son, sin embargo, bases muy bien vigiladas contra ataques externos que pudieran ser lanzados desde la vecina India, como explicó el jefe del Servicio Urdu de la BBC, Aamer Ahmed Khan.
"En otras palabras, el ataque de la fuerza aérea israelí contra una supuesta planta nuclear en Siria, en 2008, sería muy difícil realizarlo contra Pakistán", señaló Kahn.
Para algunos críticos, la vulnerabilidad del programa nuclear paquistaní viene de adentro.
Según Morales, el ISI y las fuerzas militares cuentan con algunos integrantes que en ciertos casos ven con simpatía al Talibán.
Estrategia del Talibán
A esto, Aamer Ahmed Kahn agrega el hecho que el Talibán ha cambiado su estrategia de ataque desde la muerte de Osama bin Laden.
"Cuando antes realizaban operativos contra la población civil -en represalia por los ataques aviones no tripulados de EE.UU.- o contra personal militar, ahora están concentrándose en causar daños materiales a la infraestructura y equipos militares", manifiesta Khan.
El ataque del lunes en la madrugada a la base en Karachi resultó en la destrucción de por lo menos dos sofisticados aviones de vigilancia que cuestan decenas de millones de dólares. Ha sido el ataque más costoso en pérdidas materiales para las fuerzas militares.
La base naval estaba muy bien resguardada, pero los detalles del asalto apuntan a que la falla de seguridad ocurrió a nivel de pequeños grupos de militares de bajo rango que estaban infiltrados.
Queda claro que no es un sistema hermético y para algunos, esa situación puede ser replicada en el ámbito nuclear.
"Ya lo fue", advierte el jefe del Servicio Urdu de la BBC, "con el escándalo del A Q Khan, el arquitecto del programa atómico paquistaní" que habría filtrado secretos cruciales a otros países, en 2004, incluyendo Irán y Corea del Norte.
Atentado dramático
Algunos opinan que podría darse un operativo con complicidad de elementos de las fuerzas militares para sustraer algunos de los artefactos atómicos.
La extracción del material puede haber ocurrido ya, especula Aamer Ahmed Kahn "dada la cultura de silencio entre los militares que controlan estos centros". Nadie se enteraría, opina el analista.
Oficialmente, Pakistán sostiene que no existe la posibilidad de que militantes islamistas se apoderen de armas atómicas.
Pero la complicada realidad paquistaní, con su difícil relación entre las fuerzas militares y el gobierno civil, hacen difícil garantizar la completa seguridad del armamento y material nuclear.
Para Aamer Ahmed Kahn, no se puede llegar a una verdadera solución sin la democratización del país. "A través de una verdadera democracia que le reste poder a los militares y permita la auditoría y el control civil de la defensa nuclear de Pakistán".
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