Hugo Chávez está de vuelta. Tras reconocer el jueves que batalla contra el cáncer, el presidente venezolano retornó de Cuba a un mes de su salida del país.
Sin anunciarlo, clic el mandatario volvió de madrugada y ya se organiza para esta tarde una gran manifestación frente al palacio de Miraflores para darle la bienvenida.
Tranquilizar a sus seguidores, acallar cuestionamientos opositores y mostrarse al mando hacia la interna del chavismo: estas aparecen como algunas de las posibles las razones para su sorpresivo regreso.
También es una semana especial para Venezuela, que el martes festeja el Bicentenario de la Independencia.
Aunque Chávez aseguró que era difícil que estuviera en los actos, no se descarta que haga una breve aparición en este evento de máxima importancia para el gobierno.
Para el pueblo
Chávez había dejado el país el 4 de junio, para iniciar una gira regional por Brasil, Ecuador y Cuba, donde debió ser operado por un absceso pélvico el 10 de junio.
Tras infinidad de rumores y especulaciones, alimentados por la escasa claridad en la información oficial sobre su estado de salud, el presidente se dirigió por primera vez al pueblo en tres semanas el jueves pasado y admitió que se le había extirpado un tumor cancerígeno en la región pélvica.
Tras ese mensaje, nadie esperaba que el regreso del mandatario se diera tan pronto. Más aún cuando el propio Chávez señaló que iba a cumplir el estricto tratamiento médico.
El estado de salud del presidente, en el poder desde 1999, había generado fuertes inquietudes entre sus seguidores, quienes ven en Chávez al líder indiscutible e insustituible de un proceso que se ha caracterizado por el hiperpresidencialismo y la concentración de poder.
Misas y movilizaciones fueron organizadas en los últimos días para pedir por el buen regreso de Chávez.
La de este lunes será probablemente una bienvenida "apoteósica", como se aseguró desde el oficialismo cuando todavía no se sabía cuándo volvería.
"El inicio del retorno"
"Vuelvo al epicentro de Bolívar, y eso es pura llama, pura vida, es el inicio del retorno, hasta el retorno. Estamos muy felices de estar en casa de nuevo", dijo Chávez tras bajarse del avión en el aeropuerto de Maiquetía, cercano a Caracas, en la madrugada venezolana.
Chávez habló del "inicio del retorno": es que aún no está claro si el presidente continuará su tratamiento en Caracas, para el cual ya le fue acondicionado todo un piso en el hospital Militar, o si deberá volver a La Habana.
Como sea, este regreso hará que, al menos por el momento, se acallen las voces que pedían que se declarara la "falta temporal" del presidente.
La oposición reclamaba que el vicepresidente Elías Jaua tomara las riendas y cuestionaba la legalidad de que Chávez gobernara desde La Habana, donde firmó leyes y aprobó recursos.
Sin embargo, las autoridades desestimaron en todo momento que Chávez fuera a ceder temporalmente el poder.
Incluso, el vicepresidente Jaua aseguró el viernes pasado que Chávez "volvería antes de los 180 días", plazo legal máximo antes de declarar la "falta absoluta".
Este retorno, tenga la duración que tenga, le abre la puerta al presidente para poner el cronómetro a cero y, en caso, de volver a ausentarse, que no se tengan en cuenta estos 30 días.
En la interna
Cuando los reclamos para que Jaua asumiera el mando se incrementaron, el vicepresidente habló de lealtad.
Y es que ante la posibilidad de un chavismo sin Chávez, se hizo patente la ausencia de un reemplazante natural y no fueron pocos los que vieron con atención el resurgimiento, al menos mediático, de figuras como su hermano mayor Adán o de Diosdado Cabello, un exmilitar que ocupó altos cargos en el gobierno y ahora es diputado.
El propio Chávez hizo hincapié en que él estaba "al mando" y, para mostrarlo, en algunos de los videos enviados desde La Habana apareció en "reuniones de trabajo" con el canciller Nicolás Maduro, que goza de la más absoluta confianza presidencial, con el comandante en jefe Henry Rangel Silva y su hermano Adán.
Aunque existe hermetismo a nivel oficial, algunos medios locales aseguran que otra de las razones para el regreso de Chávez es la de hacer cambios en su gabinete para garantizar un grado mayor de lealtad en algunos puestos clave.
La consigna parece ser estar mejor rodeado y mejor preparado para dos batallas trascendentes, la de su salud y la que deberá enfrentar para buscar la reelección en las elecciones de 2012.
Pese a su retorno, persisten las dudas sobre su verdadero estado de salud y no está claro por cuánto tiempo se extenderá su proceso de recuperación.
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