Los cambios en las rutas comerciales fueron
un factor clave en el colapso maya, según
estudio.
Cambios en rutas comerciales
"contribuyeron al colapso maya".
Cambios en las rutas comerciales de un material clave contribuyeron al
colapso del imperio maya, según un nuevo estudio.
"Nuestra
investigación indica una alta probablidad de que nuevos patrones de intercambio
de productos fueron determinantes en la caída de los mayas", dijo Gary
Feinman, curador de antropología del Field Museum en Chicago.
Feinman
y colegas de la Universidad de Illinois, en Chicago, cuestionan que el cambio
climático y las sequías hayan sido la causa principal del colapso. Los
investigadores señalan que algunos centros mayas que lograron florecer luego
del colapso estaban localizados en las zonas más secas.
El
cambio climático, la falta de liderazgo, la guerra y otros factores
contribuyeron al colapso, pero otro elemento clave fue el cambio en las redes
de comercialización, según Feinman.
El
científico señala que los mayas, que carecían de herramientas metálicas, daban
mucho valor a una roca denominada obsidiana o vidrio volcánico, que permite
elaborar instrumentos con puntas afiladas para cortar.
Cambio de rutas
Las
élites mayas controlaban el acceso a la obsidiana, que era comercializada a
cambio de otros bienes o enviada como presente a otros líderes para cimentar
relaciones de poder.
Los
autores del estudio encontraron que antes del colapso de los centros mayas en
el interior del territorio, la obsidiana era transportada a lo largo de redes
fluviales. Pero la roca pasó luego a ser comercializada a través de rutas en la
costa, lo que llevó a una mayor prominencia de los centros costeros y al
declive de los interiores.
El
cambio en los patrones de comercio puede haber afectado no sólo a la obsidiana.
"Otros bienes de gran valor para estos centros interiores también se
habrían vuelto más escasos", dijo Mark Golitko, otro de los
investigadores.
Los
científicos compilaron datos sobre la obsidiana recolectados en sitios mayas y
utilizaron técnicas de análisis químico para identificar la fuente de
producción del material. Se identificaron sitios de producción de obsidiana en
Guatemala, Honduras y el centro de México.
Los
investigadores evaluaron los datos para cada uno de cuatro períodos: Clásico
(aprox. 250-800 AD), Clásico Final (aprox. 800-1050 AD), Posclásico temprano
(aprox. 1050-1300 AD) y Posclásico tardío (aprox. 1300-1520 AD). Utilizando un
software conocido como SNA, Social Network Analysis, los autores del estudio
elaboraron mapas ilustrando qué sitios tenían porcentajes iguales o similares
de cada tipo de obsidiana en cada uno de los cuatro períodos.
Los
porcentajes fueron luego utilizados para inferir la red más factible de
trasporte de obsidiana.
Mapas
La
comparación muestra que las redes del Periodo Clásico estaban localizadas en el
interior, en áreas adjuntas a rutas fluviales, principalmente en lo que es hoy
el norte de Guatemala, el estado de Chiapas y el sur de Yucatán en México y el
oeste de Belice.
Sin
embargo, los mapas para períodos posteriores muestran que los centros
interiores disminuyeron en importancia, mientras que los costeros florecieron
en lo que es hoy el norte de Yucatán y la costa de Belice.
"Los
mapas SNA nos permiten deducir en forma muy visual las redes de transporte de
obsidiana", dijo Golitko.
La
investigación publicada en la revista Antiquity no explora las posibles causas
del cambio en las rutas comerciales. Feinman cita entre los posibles factores
rivalidades militares que hicieron menos seguras las redes internas y el
progreso en el transporte marino con canoas de mayor tamaño.
Para
los investigadores, una lección del estudio para las sociedades modernas
interdependientes es que la interrupción de redes importantes de comunicación y
transporte puede tener un gran impacto.
Deforestación
Un
estudio de 2009 de investigadores de la Universidad de Cincinnati apuntó como
un factor crucial en el colapso maya el abandono de prácticas de conservación
de recursos hídricos y forestales.
"No
se permitía la destrucción de ciertos bosques considerados sagrados. Pero eso
cambió en el período Clásico Tardío con el liderazgo de Jasaw Chan
K'awiil", señaló David Lentz, uno de los autores del trabajo.
"La
desaparición de un bosque cambia el ciclo hidrológico. Los árboles actúan como
esponjas que absorben agua", dijo Lentz.
"Sin
ellos, nada evita que el agua escurra causando erosión que a su vez transporta
sedimentos a los ríos y arroyos. Sin retención de agua en el suelo o los
acuíferos la tierra se seca y hay menos transpiración y por tanto menos
lluvia", explicó el investigador.
El
estudio de Lentz y sus colegas fue publicado en la revista Journal of
Archaeological Science.
Publicación
original: BBC Mundo
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