sábado, 26 de mayo de 2012

Siria, una tregua de papel.


Al menos 10.000 personas murieron en Siria
desde el comienzo del alzamiento contra
el régimen de Al Asad.


Siria, una tregua de papel.


En los papeles Siria vive bajo una tregua desde hace seis semaas, pero en la práctica la historia es otra. Los enfrentamientos se suceden y, aun para los elevados estándares de violencia en el país, lo ocurrido el viernes en la provincia de Homs califica como "masacre", de acuerdo a la oposición al presidente Bashar al Asad.


Activistas opositores aseguran que alrededor de 90 personas murieron a manos de fuerzas gubernamentales en la ciudad de Houla. De ser cierta la cifra, se trataría de uno de los ataques más sangrientos desde que el supuesto alto el fuego entró en vigor. La mayoría, dicen, eran "mujeres y niños".


El incidente renovó los llamados a que la misión de la ONU en Siria redoble los esfuerzos para proteger a los civiles.


Con las restricciones a la prensa internacional que existen en Siria es imposible verificar los reportes de violencia.


El corresponsal de la BBC en el vecino Líbano, Jim Muir, señala que un video publicado en internet por opositores, cuya autenticidad no pudo ser comprobada, mostraba cuerpos ensangrentados y mutilados de niños en la oscuridad, mientras una voz decía que había demasiados para contarlos.


Activistas dijeron que varias familias enteras fueron masacradas por las fuerzas de seguridad. Algunas murieron en bombardeos, mientras que otras personas fueron capturadas y ejecutadas, agrega Muir quien asegura que la tregua en Siria es ahora una "ficción".


Semanas atrás la explosión de coches bomba dejó decenas de muertos y no pasa un día sin enfrentamientos.


"Tanto en la noche como en el día suenan tiroteos con bombardeos ocasionales. Aquí no hay un alto al fuego y no lo habrá durante algún tiempo", así describió en días pasados una periodista de la BBC que recorrió las calles de Homs.


Esa ciudad se ha llevado la peor parte de los 14 meses del levantamiento contra el gobierno de Bashar al Asad.


Algunas fuentes estiman que entre el 15% y el 20% de Homs estaba controlada por la oposición. Un área similar todavía está en disputa.


"Extrema gravedad"
Un reconocimiento que hizo este viernes el propio secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, cuando aseguró que "partes significativas de algunas ciudades" se encuentran en manos opositoras.


En una carta al Consejo de Seguridad de ONU, Ban dijo que la situación en Siria todavía era de "extrema gravedad" y urgió a los Estados a no armar a ningún bando del conflicto.


Se trató del primer informe de Ban al máximo órgano internacional de seguridad tras la aprobación, el 21 de abril, de la resolución 2.043 donde se aprobó la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (Unsmis).


El 30 de mayo el Consejo estudiará el reporte del secretario general y tendrá una visión más clara del despliegue de los 280 observadores de la ONU que hay en el terreno. Su presencia no ha impedido elevados niveles de violencia y su futuro, como el de la misión, estará bajo estudio la próxima semana.


El diplomático denunció que el presidente Al Asad continúa perpetrando "violaciones masivas de los derechos humanos", entre ellas "detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones masivas de activistas, opositores y desertores", y aseguró que las fuerzas de oposición también violan los derechos humanos, "aunque a menor escala".


Tras la "masacre" del viernes, la oposición hizo un llamado a Naciones Unidas, y a sus observadores en el terreno, a que hagan más por proteger a los civiles, blancos vulnerables en un conflicto que desde marzo de 2011, inicio del alzamiento contra Al Asad, se cobró la vida de al menos 10.000 personas.


Además, alrededor de 230.000 se han desplazado de forma interna y más de 60.000 se encuentran refugiados en países limítrofes, como Líbano y Turquía.


El desafío para la Unsmis es inmenso pues su misión es distinta a cualquier fuerza de paz de la ONU en Medio Oriente, y tal vez incluso a cualquiera de sus fuerzas de paz en cualquier otro lugar, explica Muir.


Normalmente -agrega- se trata de verificar que se respete una tregua formal entre Estados, y no de asegurar que se cumpla un proceso de paz que está en pleno progreso y en una situación que en algunos casos se parece a una guerra civil.


Una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Damasco, Rabab Al Rifai, hizo hincapié, en una entrevista con la BBC, que los civiles inocentes y los heridos en los enfrentamientos deben poder abandonar el área de conflicto.


"Casi todas las semanas tenemos equipos presentes en Homs o en Idlib, también en Hama recientemente, por lo que estamos allí y estamos expandiendo nuestras actividades para poder responder las necesidades humanitarias urgentes", explicó este sábado.


Tomado de BBC Mundo.
 

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